He vuelto. He decidido por segunda vez correr la mítica prueba reina del atletismo que es la maratón. De nuevo en Barcelona y en visperas de celebrarse los 25 años de los JJ.OO. Al igual que el año pasado, opté por realizar el método Galloway, caminando 1 minuto por cada kilómetro efectuado. Este año volví a caminar 37', pero la diferencia está en tardar más tiempo, concretamente unos 20' más que la edición pasada. No sé porqué pero a partir del 30k ya empezaba a notar "el hombre del mazo" hasta aproximadamente el 40k. Desde el 30k hasta llegar a meta he tenido que hacer algo de marcha, en lugar de correr. No sé si fueron los kilómetros acumulados o la intensidad de los entrenos realizados -que también-, lo que me llegaron a perjudicar la competición. O bien fueron las malditas 3 lesiones -rotura fibrial en el gemelo derecho en mayo, ciática y piramidal hace dos meses. Eso sí, no podía faltar mi ángel de la guarda: Yolanda Puentes Zamora, y los amigos Paco Atienza y Montse Nogueras.
Fotos: Salvador Carbonell |
Nos situamos en el cajón de los que quieren bajar de 4h, pero conforme íbamos saliendo, el grupo se estira hasta que nos alcanzan los corredores que salieron en la última onada. He llegado a mantenerme sobre 40' - 42' los 15 primeros kms. Llegamos Av. Meridiana, saludamos a los que regresan camino a la Gran Via con Gral. Prim, y completamos la primera media en 2h50'43". Muy conservador. La segunda parte de la carrera, pese a ser la más fácil, me supuso una agonía tremenda. Ya si acentuamos la humedad y el calor que notamos llegando al Litoral, y con las piernas cansadas y los glúteos cargados. Pasamos el Arc de Triomf y llegamos al centro de Barcelona donde mis fuerzas, a pesar de estar bajo mínimos, en el 38k, en el avituallamiento de corredors.cat, me animan los corredores allá presentes repartiendo aguas, isotónicas y fruta. En el Paral.lel ya sí decidí optar por ir enfriando, reduciendo el ritmo y como si fuera a trotar. Llego a meta destrozado y hecho polvo pero contento. El tiempo es lo de menos, 5h44'27", y la segunda media 2h53'44", 3' más lenta que la primera.
Fotos: Carlos Sánchez |
Un apunte para la organización: faltaban en algunos avituallamientos geles energéticas, frutos secos y barritas para los últimos corredores. Eso hizo que el desgaste, pese a lo mencionado arriba, se haya agravado por carencia de esos productos. Podían ser verdaderamente útil que todos los que pagamos la inscripción tuviéramos derecho.
Ya llevo 2 maratones en mi palmarés. El tercero tendrá que esperar. 2018 lo veré desde fuera, animando si cabe, a todos los valientes que como yo disfrutan de los 42 y pico kms. A partir de hoy haré poquísimas carreras -mi economía me impide mucho gasto-, cortas y me replantearé descansar una temporada que ya he cumplido con mi deseo y tras más de 2000k en 14 meses.